Ópticas Reinavisión, en Campo de Criptana, ofrece recomendaciones sobre el uso de tapones de baño para prevenir infecciones de oído derivadas del contacto con el agua en piscinas, duchas o actividades acuáticas. El establecimiento advierte que el agua tratada o sucia puede generar otitis, y propone consultarlo sin compromiso en sus instalaciones.
Según explican las especialistas del centro, los tapones mantienen el oído seco, evitan la sensación de tapón tras nadar y resultan útiles para múltiples actividades como piscina, ducha, surf o natación.
Prevención de otitis, el interés principal
Los tapones están diseñados para sellar correctamente el canal auditivo y reducen la entrada de agua, evitando la proliferación de bacterias y hongos que provocan la otitis externa. El agua con cloro o contaminantes también irrita el oído, y los tapones actúan como barrera protectora frente a estos agentes irritantes. Además, se considera que preservan la higiene del conducto al impedir que el agua se mezcle con la cera natural y genere acumulaciones que puedan derivar en molestias o infecciones.
Comodidad y uso adecuado
Los tapones de silicona hechos a medida resultan cómodos y efectivos, ya que se adaptan al canal auditivo y sellan correctamente. Aunque no son necesarios para oídos sanos, pueden recomendarse si se presenta molestias tras bañarse o si hay antecedentes de otitis. Asimismo, el uso inadecuado puede facilitar infecciones si el tapón impide la salida del agua atrapada; por ello se insiste en que sean anatómicos, correctamente ajustados y principalmente, consultándolo previamente con profesionales o visitando sus instalaciones en la Calle Reina Cristina, 47, Campo de Criptana.
La recomendación para usar tapones se centra en personas con antecedentes de otitis externa, sensibilidad al agua en el oído, conductos auditivos estrechos o tras intervenciones quirúrgicas o procesos con drenajes; quienes se bañan habitualmente también pueden beneficiarse del uso preventivo. Sin embargo, se desaconseja su uso en el buceo a profundidades superiores a tres metros, debido al riesgo de barotrauma.