El CD Miguel Esteban no pierde el tiempo y ya trabaja con paso firme en la confección de su proyecto para la próxima temporada en Primera Autonómica, una campaña en la que quiere dar un salto competitivo y seguir creciendo como equipo y como familia.
La primera piedra de ese proyecto es la continuidad del cuerpo técnico, con Arcángel al frente una temporada más como entrenador principal. Junto a él, seguirán Camacho como segundo entrenador y Jorge en la preparación de porteros. Tres nombres que simbolizan la estabilidad, el compromiso y el trabajo bien hecho, y que volverán a liderar a un grupo que ya ha demostrado su capacidad de lucha en los últimos años. Desde el club también se ha querido reconocer el papel fundamental del delegado de campo y de quienes están detrás de cada fotografía y cada publicación en redes sociales, auténticos pilares en la sombra.
Renovaciones de peso y fichaje ilusionante
En cuanto a la plantilla, el club ha hecho oficiales numerosas renovaciones de jugadores clave, apostando por la continuidad y el sentimiento de pertenencia. Entre ellas destacan las de Diego, el lateral izquierdo de gran visión de juego; el portero titular, que fue clave durante la pasada temporada; y el capitán, referente dentro y fuera del campo. También seguirán José Checa, futbolista de gran clase y visión; Antonio, un capitán valiente y comprometido; y Fran, desequilibrante y carismático delantero que contagia su energía a la grada.
Otros jugadores que seguirán defendiendo el escudo son Juan, delantero versátil y goleador; Pablo, lateral disciplinado y seguro; y Dani Casas, pieza fundamental por su liderazgo y compromiso. Además, se ha confirmado la renovación de otro de los capitanes, cuya entrega y talento lo hacen indispensable en el vestuario.
Y como guinda al pastel, el club ha anunciado su primer fichaje para esta nueva etapa: un joven atacante habilidoso y con olfato goleador, que puede actuar tanto en punta como en banda. Un refuerzo que llega con ganas de aportar desde el primer minuto y que ha sido recibido con los brazos abiertos por la afición migueleta.