Nos referimos al Síndrome de Burnout como un estado de agotamiento físico y mental resultado de un estrés laboral continuado y cronificado. Dicho de otra manera, hablamos de agotamiento laboral extremo.
A veces, podemos sentir que es cansancio, cuando realmente se trata de este síndrome. Si sospechamos que el cansancio laboral no es el habitual, debemos contestar a las siguientes afirmaciones: te sientes desconectado de todo, tienes ‘’despersonalización’’ y un sentimiento de vacío constante; antes tenías motivación y ahora no; no te apasionan las cosas que antes sí; te has vuelto muy irritable y tus emociones están fuera de control; te has descuidado y tienes cambios bruscos en tus hábitos de sueño y de comer. Dejas de cuidarte para verte bien y no socializas tanto como antes o pasas mucho tiempo en soledad y los cambios ocurren gradualmente.
¿Cuáles son las causas que pueden generar el síndrome de Burnout?
Entre las causas más comunes podemos encontrar el no tener control sobre la cantidad de trabajo realizado, no reconocer cuando se hace un buen trabajo, expectativas laborales confusas y relaciones de trabajo conflictivas, demasiadas exigencias en las expectativas laborales, ambiente laboral con presión y poco apoyo por parte de los compañeros, carga de trabajo que te impide hacer lo que te gusta y baja autoestima laboral.
El Síndrome de Burnout se diferencia de la ansiedad laboral (que cursa con síntomas de hipertensión y estrés) en que éste se cronifica, afectando principalmente al individuo dentro del entorno laboral; lo que no impide que afecte a posteriori a otros aspectos de su día a día.
Se dan varias fases diferenciadas, que pasan por una primera fase de estancamiento laboral, fase de frustración, fase de apatía y fase de quemado. En esta última fase, la fatiga mental y física se ha tornado persistente y puede aparecer la depresión.
El agotamiento mental puede provocar sentimiento de pavor por el trabajo, irritabilidad o enfado, desmotivación o desinterés, incapacidad de afrontar nuevos retos y puede llevar a la procrastinación recurrente. Los síntomas que caracterizan el agotamiento físico son, pérdida de energía, estrés crónico, malos hábitos de sueño y problemas de salud repentinos y frecuentes como migrañas, resfriados, ansiedad, o depresión. Por último, el agotamiento emocional producido por el Síndrome de Burnout, incluye síntomas como cinismo e irritabilidad o enfado constante, sentimiento súbito e intenso de que no te gusta lo que haces, sentimiento de desesperanza persistente, necesidad de aislamiento y baja autoestima.
¿Cómo podemos superar el síndrome de Burnout?
Lo primero que debemos hacer es aceptar que tenemos un problema y buscar ayuda profesional. De esta manera, nos indicarán los pasos a seguir, que pasan por cambios en las rutinas diarias, actividad física habitual y constante, meditación o yoga, paseos al aire libre, y practicar la escucha activa. En algunos casos, será necesario complementar todo esto con algún tipo de medicación. Así mismo, se intentará ajustar la carga de trabajo y/o el entorno laboral en la medida de lo posible, programando descansos, marcando límites, forjando buenas relaciones laborales e intentando equilibrar la vida laboral con el ámbito privado.