La Banda de Música «La Fadriqueña» rindió homenaje a sus 25 años de existencia en la tarde-noche del 19 de julio. Y lo hizo con la decimoctava edición del Encuentro de Bandas en la Plaza de la Glorieta de La Villa de don Fadrique, un evento que ya es un clásico en la mitad del mes de julio dentro de la programación del Verano Cultural que se prepara con esmero desde la Concejalía de Cultura y Festejos del Ayuntamiento fadriqueño. En esta ocasión se contó con la presencia de la Banda Municipal de Música de Pinto, que dirige Santiago Díaz Aguirre, y la Banda Municipal de Morata de Tajuña, cuya batuta está a cargo del antecesor del director de La Fadriqueña, Sergio Infante Pérez. Rubén Infante Pérez, su hermano y sucesor al frente de los fadriqueños, fue el anfitrión de una noche que resultó espectacular en lo musical, pero también en todo lo que rodea a estos acontecimientos donde se unen músicos de diferentes lugares.
Más de 250 personas no quisieron perderse este encuentro, incluidos los miembros de la Corporación Municipal con el alcalde, Jaime Santos Simón, al frente, que le puso el corbatín de la localidad a las banderas de las tres bandas, que previo al concierto realizaron un recorrido por las calles de La Villa de don Fadrique, comenzando en la emblemática Plaza Mayor para concluir en la Plaza de España, donde se situaron para comenzar el espectáculo en ese entorno tan maravilloso como es la Plaza de La Glorieta, con el fondo de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVII y la puerta gótica, obra de Juan Guas y Enrique Egas, arquitectos que, entre otras muchas cosas, construyeron la iglesia de San Juan de los Reyes en Toledo.
El recital arrancó con la Banda Municipal de Pinto, y su director Santiago Díaz Aguirre. Empezaron interpretando «Clara Fernández» de Carlos Rodríguez Torres y «Teseus» de Andrés Álvarez Hernández, para seguir con una pieza impresionante, «A Vision of Majesty» del compositor estadounidense James Swearingen. Siguieron con la interpretación de las bandas sonoras originales de la película «En el ojo de la tormenta» de Robert W. Smith, y por fin la del film «Los miserables», con arreglos de Michael Sweeny.
La Banda de Música de Morata de Tajuña, bajo la batuta de un conocido de La Villa de don Fadrique, Sergio Infante Pérez, sucedió en el recital a los madrileños de Pinto, y lo hicieron con el pasodoble «Junts per la música» de Martínez Gallego. Otro pasodoble, del género de la zarzuela, arrancó los aplausos del venerable, la obra «La del manojo de rosas» del maestro Pablo Sorozábal, y finalizaron con la obra «Dynamic Overture», del compositor suizo Franco Cesarini, una magnífica composición musical que eleva la imaginación a la mágica noche estrellada del verano.
Por último, los anfitriones, celebrando los 25 años de su fundación, la Banda de Música «La Fadriqueña» subieron a escena con su director Rubén Infante Pérez, hermano del de Morata de Tajuña, y que sucedió en el cargo al frente de la formación musical de La Villa de don Fadrique. «Suerte maestro», pasodoble que recuerda a las tardes taurinas de verano, del maestro Enrique Pastor Celda, fue la primera obra que tocaron, a la que siguió la banda sonora original de «Los viajes de Gulliver» de Bert Appermont, y para concluir su particular parte de este gran encuentro-concierto, «Pacific Dreams», una pieza de rock sinfónico especial para una noche como esta, una pieza que compuso Jacob de Haan, compositor neerlandés natural de Países Bajos.
El colofón fue un tris que pusieron las tres bandas a la vez interpretando las piezas de «Xàbia» de Salvador Salvá, «Amparito Roca» de Jaime Texidor y «Ragón Falez» de Emilio Cebrián, tres pasodobles magníficamente puestos en escena por las tres agrupaciones musicales que hicieron las delicias de todos los presentes y que pusieron un punto y final apoteósico a esta tarde-noche del sábado, 19 de julio.
Y con este espectáculo concluyó una noche mágica en torno a la música, que fue toda una exhibición de música y talento de las tres bandas de música participantes en esta 18ª edición, que fue la mejor manera de celebrar los 25 años de música de «La Fadriqueña», un período de la historia del municipio fadriqueño que no ha hecho sino crecer y crecer tanto en número de miembros como en calidad musical y donde cada recital, cada concierto, cada pasacalles, expresa el gran nivel que ostenta esta agrupación musical y el gran futuro que le queda por delante para mayor honor de todos los fadriqueños, que son los que, principalmente, los disfrutan y se llenan de orgullo al escucharlos.