Desde esta semana, las principales calles del municipio ya lucen sus tradicionales toldos de croché o ganchillo que, por un lado reducirán la temperatura de su zona más transitada, y por el otro, servirán para potenciar esta técnica artesanal que va más allá del impacto estético.
Las artífices de esta obra de arte han sido 18 mujeres, que durante los últimos meses han estado dedicando su tiempo y trabajo, duro pero gratificante, a seguir tejiendo estos toldos que se van ampliando año tras año. Una iniciativa coordinada desde el Centro de Mayores, desde donde se reparte la lana, subvencionada y apoyada logísticamente por el área de Cultura, que apuesta porque esta técnica de costura se transmita de generación en generación.
Esta mañana el alcalde Sergio García-Navas junto con Aitor Gallego de la Sacristana y Conchi Rodríguez-Palancas, concejales de Cultura y Bienestar Social respectivamente, han estado visitando el trabajo final de las siete mantas instaladas y estudiar posibles nuevos diseños para futuras elaboraciones de estos mosaicos, que representan la diversidad y creatividad. Como han podido comprobar, el nuevo diseño continúa con la gama de colores y cenefas tradicionales de la cultura manchega.
El alcalde Sergio García-Navas no ha querido dejar pasar la ocasión nuevamente, para agradecer el trabajo desinteresado que desde casa, han realizado las tejedoras para hacer que el centro del municipio luzca así de bonito y atractivo durante estos meses de verano.