Los combinados de las Escuelas Deportivas Municipales de Fútbol de La Villa de don Fadrique y Quintanar de la Orden, fueron los ganadores de la novena edición del Torneo Villa-Cup de categoría benjamín y alevín que se celebró el pasado sábado 21 de junio en el Municipal «Gregorio Vela» de La Villa de don Fadrique. Como colofón a la gran temporada que los equipos de ambas poblaciones han realizado en la liga regular de Edad Escolar que organiza la Diputación de Toledo, en la Copa Plata benjamín, el triunfador fue Quintanar, mientras en alevín fue Villa. En la Copa Oro, Villa fue el campeón en benjamín, mientras que Quintanar lo fue en alevín. Subcampeones fueron en categoría benjamín, Villacañas en Plata y Villafranca en Oro, mientras en alevín, Lillo lo fue en Plata y Villacañas en Oro. El trofeo al mejor jugador fue para Mateo Pallarés, del Villa benjamín, mientras que Mauro Huertas Serrano, del Quintanar, se lo llevó en categoría alevín. A la entrega de trofeos estuvieron presentes, entre otros, el alcalde de la población fadriqueña, Jaime Santos Simón, el concejal de Deportes, Luis Palazuelo Díaz-Maroto, y el vicepresidente de la Asociación Nacional de Afectados por el Síndrome de Apert, «Apertcras», el fadriqueño Juan José Prieto. La recaudación, tres euros de entrada, fue a parar a esta organización, que el propio Prieto explicó en qué consiste para, en su discurso antes de la ceremonia de trofeos, alabar «el gran prestigio que tiene este torneo a nivel regional, y el gran trabajo que desarrollan trabajando los valores que aporta el deporte en todos, pero sobre todo en los niños.»
Todo ello se desarrolló en una jornada con un ambiente muy festivo y familiar, que tuvo un momento especial al mediodía con el homenaje de toda la organización, y el Ayuntamiento de la población fadriqueña, al monitor del Club Olímpico Villarrobledo, Emilio Romero Pliego, que recibió una placa de manos de los organizadores del CD Villacup y del concejal de Deportes, Luis Palazuelo Díaz-Maroto, y también se homenajeó a la jugadora alevín de las Escuelas Municipales de La Villa de don Fadrique, Ainoa Mendoza.
Los niños de los 16 equipos que acudieron a esta edición, de canteras como Villacañas, Quintanar de la Orden, Lillo, Villafranca de los Caballeros, Villanueva de Alcardete, Corral de Almaguer y los anfitriones, de La Villa de don Fadrique, todos ellos de la provincia de Toledo, a los que se sumaron el Olímpico Villarrobledo de la provincia de Albacete, y Mota del Cuervo de la provincia de Cuenca. En total, 240 jugadores, con una asistencia de público que superó las 2.000 personas a lo largo de todo el día.
En lo deportivo, todos se enfrentaron contra todos en la modalidad de Fútbol 8, mostrando todos los equipos un gran nivel y contemplando choques especialmente igualados como en las semifinales, donde Villa y Quintanar se jugaron el pase en los penaltis, al igual Lillo y Villa, unos en Plata y otros en Oro. Pero lo que más se puso en práctica fue la deportividad y el juego limpio, muy importante a estas edades. El benjamín de la Escuela Municipal de La Villa de don Fadrique, que han sido campeones de grupo en el campeonato provincial de Edad Escolar, lograron superar en los penaltis en la gran final a Villafranca, tras un partido que acabó con empate a cero. Los fadriqueños alevines, pero en Plata, hicieron lo propio contra Lillo. Quintanar y Villacañas coparon las otras dos finales, que terminaron con victoria quintanareña en ambos casos, plata benjamín y oro alevín, en dos choques de mucha calidad futbolística.
Para el director del torneo, Carlos Martín Manzanero, «la novena edición ha vuelto a demostrar el éxito de participación de niños en lo propiamente futbolístico. Para mí —añadió— es un orgullo enorme que no demuestra nada más que el futuro que tiene el fútbol regional, con esta exhibición de fútbol base que se puso en escena sobre el verde. Los objetivos —aseguró— se han cumplido con creces y queremos dar las gracias, sobre todo, a los que han formado parte de la organización, monitores, voluntarios, que han trabajado de manera incansable durante la preparación del mismo, y en los días de celebración. También hay que reconocer la labor a Cruz Roja y al Ayuntamiento por todo su apoyo.»
«Y por supuesto —concluyó—, al público asistente, que dio un ambiente festivo y colorido, como corresponde a este tipo de torneo, un ambiente muy familiar y cordial que supone el broche de oro a la temporada de fútbol base y que sirve de apertura de vacaciones, en lo deportivo, a los que están todo el año detrás de los niños para que puedan disputar, sábado tras sábado, sus partidos por toda la provincia. Llegó el merecido descanso.»